“Tenemos la libertad de elegir nuestra actitud y nuestro devenir”
Nerea Urcola ha sido la invitada del webinar que CEIN ha organizado bajo el título Emprendimiento Resiliente y con su intervención ha conseguido inyectarnos un positividad y una emoción que nos va a permitir afrontar esta crisis de otra manera. Aquí os dejamos sus palabras, que ofrecen la oportunidad para la reflexión.
Es una realidad que estamos viviendo un momento histórico. Aunque muchas veces se repite este término, la realidad es que ahora va en serio. Al igual que recuerda muy bien el 11 de septiembre, también se recordará el 13 de marzo, cuando se declaró el estado de alarma. Un día en el que sufrimos un batacazo, un shock inicial, al que le siguen días en los que hemos sido conscientes de la magnitud de la situación.
Van pasando los días y nuestros sentimientos van cambiando. Vivimos un tobogán de emociones. Sentimos ira, rabia, ansiedad, tristeza, estrés, … Es normal. Esto evidencia que quizás, las personas no estábamos preparadas para vivir algo semejante.
A partir de ese momento, las reacciones de las personas son muy diferentes. Nerea observa cómo algunas lo hacen de una manera maravillosa, elogiable, encomiable. Por el contrario, otras reacciones son deplorables.
Ante situaciones de sufrimiento extremo, podemos decir que hay cuatro tipos de personas. Aquellas que aprenden y crecen; las que se limitan a sobrevivir, que pase la ola; las que envilecen, embrutecen, sacan lo peor de sí mismas; y las que se rompen, no lo aguantan.
Y la pregunta que nos hace es: ¿qué tipo de persona queréis ser cada uno de vosotros? Es aquí donde entra a jugar el concepto de resiliencia, un término que ya se puso de moda en 2008 que proviene del latín y que la RAE define como capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos; y la capacidad de un material, mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que había estado sometido.
En 2008 las empresas que sobrevivieron eran las empresas resilientes, las que están compuestas por equipos de personas resilientes, equipos liderados por personas resilientes. Si fue verdad en 2008, ahora también lo será.
Y lo bueno es que está en nuestra mano decidir qué queremos hacer. Si queremos ser personas que aprenden y crecen, o esperar que todo pase, o dedicarnos a sacar lo peor de nosotros mismos. Pero en nuestra mano está echarnos para atrás, aprender, coger impulso y seguir adelante.
La elección de cada persona depende del ‘locus de control’, palabra que proviene del latín: lugar de control. Metafóricamente hablando, es el lugar dónde cada uno pone el control de su vida. Hay personas con un locus muy pequeño, un locus de control externo. Piensan que lo que ocurre no depende de sí mismas. Son las personas que creen que no merece la pena esforzarse porque algo externo nos va a condicionar. La culpa es de otro.
Y hay otras personas con locus de control grande. Se sienten responsables de lo que ocurre en su vida. Es difícil que el 100% dependa de nosotros, pero sí un gran porcentaje. Estas personas entienden que lo que les ocurre depende de decisiones que tomaron en un momento dado.
¿Qué tipo de persona sois cada uno?, ¿victimas? u ¿os sentís responsables del devenir de vuestros acontecimientos? Normalmente la gran mayoría decimos ser de locus interno (o grande). Sin embargo, como sociedad, somos muy quejicas. Cuidado, porque lo peor de tener locus pequeño, es serlo y no reconocerlo.
Si queremos cambiar, tenemos que empezar por conocer qué tipo de persona somos en la vida. Y es que este ‘status’ tiene que mucho que ver con la resiliencia. En este sentido, hablemos de Gustavo Zervino, uno de los superviviente de la tragedia de los Andes, (merece la pena leer su historia), quien narra su desdicha y cómo lo mejor que les pudo pasar es que no se estropeara la radio del avión. Gracias a ello, supieron que el rescate había terminado e iniciaron la manera de salir de allí. De pensar que seguía el rescate, hubieran muerto esperando.
Victor Frankl, psiquiatra que sobrevivió a un campo de concentración, estudió a personas en situaciones límite y detectó que había gente que decidía vivir y otra decidía morir. El patrón de los que sobrevivieron mantenía el deseo de salir de allí, ser padre, ver el mar,….(otra gran novela que merece ser leída). Al igual que otros como Shackleton, explorador en la Antártida, Mandela o Rafa Nadal…
Y es que todos ellos tienen algo en común, la resiliencia. Y estas son las claves:
- Aceptación de la realidad. No hay que ser un inconsciente, pero hay que aceptar la realidad aunque no nos guste y lloremos. Pero después, hay que preguntarse ¿y ahora yo que puedo hacer?
- Todos saben que tienen la capacidad de elegir. No elegimos tener un cáncer o que haya llegado la pandemia pero sí podemos elegir cómo lo gestionamos. El sufrimiento es universal, pero somos libres de elegir cómo reaccionamos.
- Conciencia del aquí y ahora. Vivimos demasiado deprisa. Nos perdemos el presente que es un regalo. Disfruta del regalo, de tu presente.
- Gratitud. Podemos quejarnos de todo lo que hemos perdido. Pero tenemos mucho de lo que agradecer. Y algo que caracteriza a los emprendedores es que hacen ‘cosas’ por y para otros.
- Cuidar nuestros pensamientos. Los pensamientos generan comportamientos. Si pensamos que no podré, nos comportaremos como alguien que no podrá. Cambia tu pensamiento y cambiará tu conducta.
Todo esto pasará y tendremos de nuevo la libertad de elegir. Elegir si queremos fustigarnos, culpar a otros y estaremos perdiendo el tiempo; o elegir pensar ‘qué puedo hacer para sacar mi negocio adelante’. Esto no quiere decir que no tengamos miedo. Sino que es el momento de preguntarnos qué hacemos con ese miedo. Fracasar es no haberlo intentado todo. Y una persona emprendedora, un empresario o empresaria, para cada uno de nosotros, es el momento de pensar y decidir, entonces, ¿cómo empiezo? ¿qué puedo hacer? Reflexiona y ten en cuenta los pasos que pueden ayudarte:
- Piensa qué quiero hacer, qué voy a hacer. (No tiene que ser un sueño, tiene que ser un verdadero propósito).
- Desmenúzalo en objetivos pequeños. Luego, coge cada uno de ellos y colócalos por orden de prioridad. Con el compromiso de llevarlo a cabo.
- Debes aceptar el miedo, se puede vivir con él, con la inseguridad. Es parte del juego.
- No debes fustigarte. Si nos caemos, me vuelvo a levantar.
- Tesón frente al mensaje tan actual de que todo es fácil y rápido, es necesario el esfuerzo. Empieza hoy, ahora.
- Sé generoso con los demás. Ten claro qué quiero conseguir y también el cómo lo voy a conseguir. Ten presente tus valores.
- Alíate a la creatividad, se puede desarrollar. Confía en tu cerebro.
- Y rodéate de personas que no tóxicas.
Así pues, en nuestra mano está elegir qué queremos ser y cómo afrontar las situaciones adversas.”
Sin duda, estas anotaciones no son más que un pequeño extracto del mensaje de Nerea Urcola, pues no hay duda que ha sido espectacular compartir con ella la sesión webinar que hoy CEIN ha puesto a disposición de todas las personas emprendedoras.
Y como regalo que compartimos con todos vosotros y vosotras, Nerea nos deja una poesía que os invito a leer y que ha sido un maravilloso cierre a una charla fantástica (If… Kipling)
Equipo de apoyo a emprendedores y emprendedoras de CEIN
A menos de un metro de ti
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