“La Universidad debe fomentar en sus alumnos una actitud emprendedora”
Cristina Bayona Sáez es Doctora en Administración de Empresas por la UPNA y ha sido Directora del Área de Transferencia de Conocimiento de esta universidad. Colaboradora de LUCE (Laboratorio Universitario de Creación de Empresas) ha sido nombrada Vicerrectora de Estudiantes, Empleo y Emprendimiento.
¿Cómo es la investigación que se realiza dentro de la Universidad?
El personal investigador de la universidad está organizado en grupos de investigación. Existen grupos que realizan una investigación más cercana al mercado y hay otros grupos de investigación que hacen investigación básica. Entiendo que es la universidad quien debe hacerla pues la empresa no tiene mucho interés en realizar una investigación de este tipo porque los resultados son inciertos, costosos y difícilmente apropiables. En mi opinión la investigación básica es fundamental ya que la experiencia y los estudios nos dicen que un porcentaje muy alto de los productos y las tecnologías que están en el mercado vienen de una investigación básica que ha surgido en la universidad. La investigación básica es fundamental y se debe seguir haciendo y apoyando. Huyo de ese pensamiento que dice que la investigación de la universidad obligatoriamente ha de ser aplicada.
Las OTRIs son unidades que existen en las universidades con el objetivo de propiciar la transferencia de conocimientos de los grupos de investigación al entorno económico y social. Esta transferencia es indispensable y prioritaria.
Por supuesto. Además de la investigación, la docencia y la gestión, la universidad tiene otra función añadida a las tradicionales y es la de transferir esos resultados al mercado. Cada vez más los grupos de investigación de la universidad están interesados en transferir sus resultados y cada vez existe una mayor concienciación de la importancia de hacerlo. Esto, además de enriquecer su labor docente, les supone una financiación importante y una gran satisfacción por la interacción con la empresa.
En la UPNA, la OTRI se puso en marcha en el año 1991. Has sido la Directora del Área de Transferencia de Conocimiento de la UPNA, desde el año 2008 hasta ahora ¿Qué balance puedes hacer de estos años?
Personalmente, el balance es muy positivo. Me ha permitido conocer de cerca una parte muy relevante de la actividad de la universidad como es la transferencia, actividad conectada con el tejido empresarial, algo que por mi formación es de gran interés para mí. Desde el punto de vista de la institución y del impulso al emprendimiento, ha sido una época muy interesante, con la aprobación de un Reglamento de Empresas de Base Tecnológica, la creación de una Comisión de spin-off y el reconocimiento de dos empresas creadas por investigadores como empresas spin off de la UPNA.
¿Qué actividades se desarrollan en la OTRI de la UPNA?
Cada Universidad y cada OTRI funcionan de una determinada forma. En el caso de la UPNA podemos decir que una de las principales acciones es la gestión de la investigación contratada, es decir aquella que supone la colaboración entre la universidad y la empresa regulada a través de los denominados Contratos art. 83 que permite al profesor realizar investigación para empresas a través de un contrato; por otro lado la protección de los resultados de investigación o las patentes que surgen de la Universidad y que suponen el grueso del trabajo de la OTRI; el asesoramiento y apoyo a las empresas de base tecnológica y por último la gestión de investigación colaborativa que no se da en régimen de contratación, si no que supone trabajar en un proyecto colaborativo financiado por una convocatoria pública.
¿Cómo son esos contratos que la empresa establece con los grupos de investigación?
Existen contratos de diferente tipo. Existen contratos de I+D, contratos de asistencia técnica, de asesoría, de formación. Es un contrato en el que se establece claramente qué es lo que la empresa, organización e institución quiere que haga ese grupo de investigación. Está definido un programa, un presupuesto y las tareas a realizar. Es importante señalar la pertenencia de los resultados de investigación. En muchos casos estos pueden ser cedidos a las empresas pero se debe tener en cuenta el conocimiento aportado la universidad. Estos contratos son de interés para los investigadores porque pueden ser de larga duración, a veces suponen importantes cuantías y pueden permitir la contratación de personal.
¿Y las patentes?
Las patentes suponen la protección de los resultados de la investigación desarrollada por la universidad. Para que un resultado de investigación se pueda proteger tiene que tener novedad absoluta. Cuando cualquier investigador de nuestra Universidad considera que ha obtenido una invención patentable debe acudir a la OTRI (Servicio de Investigación). Debe completar un formulario que recoge la información que revisada en una reunión con el personal técnico de la OTRI, sirve de base para decidir si debe descartarse como objeto de solicitud de patente o, por el contrario, si puede ponerse en marcha el procedimiento para proponer la patente. Es un proceso complejo, costoso y diferente si es propuesta en el ámbito europeo o internacional.
¿Cómo se regula la autoría de la investigación realizada por parte de la universidad?
En el caso de la patente de un resultado de investigación, la autoría siempre es de los investigadores que han obtenido ese resultado pero la titularidad es de la universidad. Si los resultados de investigación se patentan y licencian y hay beneficios, éstos se reparten entre la universidad y los investigadores según recogen los estatutos de la universidad. En el caso de que una empresa contrate a personal de la universidad para hacer investigación, debe quedar regulado en el contrato de quién es la titularidad del resultado si se obtiene una patente.
¿Qué beneficios tiene una EIBT creada por la UPNA?
Tenemos una serie de servicios de apoyo cuyo beneficiario es la comunidad universitaria. Es decir, investigadores, alumnos y profesores pueden acceder de forma gratuita las instalaciones de la Universidad como por ejemplo a la preincubadora, situada en el edificio de El Sario. Se deben cumplir una serie de requisitos para acceder a ella. La empresa no debe estar creada o si lo está, no tener actividad. Se debe firmar un convenio que supone que exista un tutor académico por parte de la OTRI y un tutor empresarial por parte de CEIN.
Sin embargo, existen trabas para crear una empresa dentro de la Universidad.
Los investigadores, como trabajadores de la función pública, tienen por ley una serie de incompatibilidades para ejercer determinadas actividades entre las que están trabajar, por ejemplo en una empresa, o la participación en el capital de una empresa o en el Consejo de Administración. La LOMLOU (Ley Orgánica de Modificación de la Ley Orgánica de Universidades) establece una serie de disposiciones adicionales sobre cómo evitar las incompatibilidades del profesor universitario, pero esas disposiciones no han sido desarrolladas.
Sin embargo, cabe añadir que dos leyes -la Ley de Economía Sostenible y la Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación-, ambas de 2011, que mencionan el deber de las universidades de potenciar la creación de eibts han establecido algunas condiciones que liberan de esas incompatibilidades. Eso ha supuesto que las universidades desarrollen sus propios reglamentos. De esta forma, la UPNA crea en 2012 el Reglamento de las Empresas de Base Tecnológica que establece los requisitos que ha de cumplir una empresa para que sea una spin-off de la UPNA.
¿Y cuáles son esos requisitos?
Tiene que surgir como resultado de la investigación realizada en la Universidad, debe poner en el mercado ese conocimiento a través de un bien o servicio y ser promovida por personal de la UPNA, bien sean docentes, investigadores o personal vinculado a la UPNA a través de un contrato. La empresa debe suscribir un convenio de colaboración con la UPNA en el que se desarrolle el contrato de transferencia del resultado de investigación que se va a explotar y, si la empresa está participada por la Universidad, el pacto de socios. La Universidad otorga a esa empresa la marca de “spin-off de la Universidad Pública de Navarra”.
¿Qué tipo de relación establece la Universidad con la empresa?
Este convenio regula la participación de la UPNA en las actividades de las empresas con el sello Spin-off. De esta forma, la Universidad puede participar en el capital social de la empresa, generalmente de forma minoritaria y temporal. También puede ceder derechos de explotación de resultados de investigación mediante contrato o autorizar el uso de servicios y espacios de la UPNA. En cuanto al retorno a la Universidad, le puede suponer contratos de consultoría con la empresa, realización de trabajos de I+D+i, admisión de alumnos en prácticas, la realización de trabajos fin de grado o master, etc.
Tras la publicación del reglamento en 2012 ¿Cuántas empresas gozan de este sello?
Ahora mismo hay dos empresas con sello spin-off. El año pasado se entró en el capital de dos empresas que ya estaban constituidas anteriormente pero que querían regular esa situación, esa relación con la UPNA. Es el caso de Nadetech Innovations y Naudit.
¿Qué acciones hace la UPNA en pro del Emprendimiento?
El emprendimiento es uno de los valores del plan estratégico de la UPNA. De ahí que se fomente éste desde diferentes frentes. Por un lado, la OTRI y CEIN firmaron en su día un convenio por el que se creó incubadora de empresas de la UPNA a cuyas empresas se apoya con los servicios de la OTRI y de CEIN. Por otro lado está LUCE, puesto en marcha por la Facultad de Económicas y Empresariales, por CEIN y por AJE, con el fin de fomentar el espíritu emprendedor en la comunidad universitaria, sobre todo en los estudiantes. Este servicio, que también presta CEIN, es fundamental. Si queremos conseguir una universidad emprendedora, primero es necesario sembrar, realizar acciones de fomento del espíritu emprendedor y tener en cuenta que hay diferentes públicos: el personal investigador, los alumnos de Grado, los alumnos de Máster y Doctorado y los egresados.
¿Cuál es el papel que debe cumplir la Universidad en cuanto a emprendimiento?
Hay que tener en cuenta que no es normal que un estudiante acabe un grado y ponga en marcha una empresa. Hay estudiantes que lo hacen pero no es la norma. La Universidad debe fomentar en sus alumnos una actitud emprendedora. Es decir, cuando un estudiante de la UPNA sale al mercado laboral debería ser una personas proactiva, con espíritu crítico, curioso, planificado, que busca información, etc.
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